La periodista Esther Maganto presentará el próximo domingo 11 de octubre a partir de las 19.30 horas en el Museo del Paloteo de San Pedro de Gaíllos su libro "Los danzantes de enagüillas en la provincia de Segovia", fruto de la beca de investigación que le concedió en su día el Instituto de la Cultura Tradicional "Manuel González Herrero", organismo de la Diputación de Segovia.
Únicamente siete pueblos de la provincia conservan en la actualidad la tradición de los danzantes de enagüillas frente los alrededor de cuarenta que la tenían en el siglo XX, según la investigación de Maganto. Seis de esos grupos: Arcones, Gallegos de la Sierra, Orejana y Valleruela de Pedraza (Tierra de Pedraza); Grupos de danzantes de Castroserna de Abajo y San Pedro de Gaíllos (Tierra de Sepúlveda) actuarán tras la presentación de la periodista.
San Pedro de Gaíllos, sede del Museo de Paloteo, está preparando con esmero el acto. El Museo se abrirá ese día a las 16.30 horas, y la jornada se cerrará con un vino español, tras la presentación del libro, ofrecido por el Ayuntamiento de San Pedro de Gaíllos. En la presentación de su publicación, Maganto estará acompañada por la alcaldesa de la localidad, María Ascensión Llorente; la directora del Museo, Arantza Rodrigo, y el dulzainero Demetrio García -de La Matilla-, como representante de los dulzaineros de la zona y con más de sesenta años en activo.
La obra se adentra en la historia de las Danzas de Palos en Segovia, y más en concreto, en el origen y la evolución del enaguado masculino y ritual que se mantiene en el atavío de los danzantes de esas siete localidades de la provincia: lasENAGÜILLAS o FALDILLAS son denominaciones locales que adquiere una única enagua encimera que cubre blancos calzones, y que si en la Tierra de Pedraza se conoce bajo la voz de enagüillas, en la Tierra de Sepúlveda recibe el nombre de faldillas.
Por ello, al hilo de las enagüillas o faldillas, en esta obra se rastrea tanto la presencia de tales danzas colectivas a lo largo de los cinco últimos siglos, como su fortalecimiento y revitalización en el seno de la sociedad actual, en la que se advierten diferentes espacios hasta donde han sido desplazadas (como los eventos folklóricos), adquiriendo nuevos significados simbólicos y cumpliendo nuevas funciones sociales respecto a etapas históricas anteriores, como las constatadas en la España Moderna (1500-1800).
El objetivo primordial de este libro no es otro que el de descubrir a los lectores una importante parcela de la Indumentaria Tradicional segoviana, casi olvidada e invisible en el último siglo ante los ojos de literatos, periodistas, pintores, ceramistas o fotógrafos. Frente a iconos segovianos ampliamente difundidos como el de la Alcaldesa de Zamarramala o el de hombres cubiertos por grandes capas de paño retratados por los Zuloaga, Zubiaurre u Ortíz Echagüe…, la imagen de los danzantes vestidos de blanco y diferenciados por la unicidad de su enaguado -en tonos pastel, floreado o grana-, apenas ha trascendido de las colecciones fotográficas familiares, y puede afirmarse que en la actualidad, se desconoce en su conjunto.